No hay diferencia que exista
entre hacer algo de mi vida
y de mi vida hacer algo.
La vida es una experiencia
interminable de rosas pulverizadas
que se extienden en símbolos
que llamamos palabras.
Más allá de la osadía de cualquier nombre
descansa la sombra de una rosa
que sin olor dolor acosa
siendo roja la llamamos rosa.
1 comentario:
Pues muy armónica su rima y con un mensaje dirigido a buscar un sentido, quizás, la pregunta más difícil
¿Qué vamos a hacer con nuestra vida?
Pero en realidad no es obligatorio saberlo, ni ahora, ni mañana, muchas personas lo han sabido hasta los 40, lo importante es no perder el amor por ella.
Y es verdad, tal vez debamos ir por el mundo acumulando cenizas de rosas hasta encontrar nuestra rosa.
Un gusto leerte.
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