Confidencias del Soñador a su Hijo en la Cuna
Por:Lêdo Ivo
Sueño mi propio sueño y el de mis ancestros.
Durmiendo, huyo de toda monotonía y veo
El espino bajo la nieve,
Que verás, soldado:
Y subo, todavía niño, la escalera caracol
Que muestra, en lo alto del faro, la redondez del mundo.
Soy un hombre que sueña, lleno de mitologías
Y jeroglígicos.
Y un mar eterno lava tofas las noches,
los muelles de mi alma.
Y la luz del faro gira como sol
¡Girasol! ¡girasol!
Soy un hombre que sueña.
Mas allá de todo lo absurdo de la vida,
Donde la hora no gotea su lágrima sucia,
Duermo antiguo y fuerte
Como el animal humano en su cubil de piedra.
Y las magias me cercan, y un eslabón de encanto me rodea,
Y siento el dolor del primer fuego preparado en la caverna.
Soñando yo me divido: soy el hombre que ama
¡Girasol! ¡girasol! Felizmente hasta durmiendo,
E inmóvil se dispersa a la luz verde de la aurora,
Y soy un ser primero, sin nombre ni futuro,
Que en las selvas tocas los árboles del día.
Animal dividido en tiempo y eternidad,
En noche y día, tierra y mar, sueño y vigilia,
Así soy yo y el nos que me acompaña,
Guardaespaldas de la tribu escondida en mi sangre,
Colectivo soñar que asimila mi sueño.
Sueño continuamente:
Voy subiendo en un faro.
De niño, me perdí en el parque de diversiones
Y no encuentro, en la noche, la mano de mi padre.
Soy un hombre perdido, y palpo, soñando tu cuerpo, amada mía,
paraíso de labios.
Soy un hombre que sueña
Despierto, duermiendo, inmóvil, de viaje,
Hasta incluso soñando.
Soy el hombre que sueña y crea el universo
Y desde lo alto de un faro ve la tierra, redonda,
Girando como un sol: ¡Girasol, girasol!
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