De La Musa Con Las Alas de Diosa.
Ensayo el canto de los peces que se agotan,
Ensayo el beso de los astros mientras chocan,
Prisionero de la celda sin barrotes de tu aroma,
Sigo por el cielo la ruta de tus pasos,
Ansío encontrarte en cada trueno,
Aunque sólo en el poema halle tus brazos.
Porque busco por las calles tú figura,
Y ensayo tu caricia en el silencio,
Tu voz la encuentro en cada partitura,
Una mirada tuya me atraviesa todo el tiempo.
Como mano que me palpa desde dentro,
Siento vivas tus caricias,
Roce de luz que me cierra los párpados,
Arrojándome a los abismos donde duermo.
Lejos de tu vuelo, todo ruido es una sombra
Que trastoca los instantes…
Nunca intenté
ningún movimiento en falso,
ninguna caricia vacía,
Que no hay amor carnal que valga,
Si no conoce la poesía.
Más allá de las palabras,
Sólo está tu nombre.
4 comentarios:
Creo que entre más lo lea más difícil será retirarme de aquí. Encuentro en su poesía esa clase de frases que uno colecciona y desearía hacerlas propias, en otros tiempos.
Ensayo tu caricia en el silencio...
el amor es soledad la mayoría de los tiempos, quizás sea como esas semillas que crecen tan sólo estando solas, pero extendiéndo el espíritu en aras de lo perdido.
Una mirada tuya me atraviesa todo el tiempo...
la mirada es el néctar de las palabras, su espíritu primitivo quizás, el beso antes de la boca.
Y mi favorita ha sido esta:
No hay amor carnal que valga, si no conoce la poesía.
Me ha parecido hermoso, con una entrega plena al arte, una definición del amor a tu modo, me ha encantado tu poema ;)
Qué puedo decir después de leer, es más, qué puede decir cualquier poeta, después de ver que su poesía a cumplido su propósito. Ha tocado las fibras íntimas de alguin, hasta el punto que ya no es SU poema, éste poema que ahora haces propio, es tuyo.
Andas bravo compadre, mezclando la lírica sencilla con la sencillez contundente, tu inconsciente dicta frases que contienen ternura dénsica, tránsfuga, anquilosada arritmia evocadora y además de ser canto, canto tremebundo a partir de la elegía. Por otro lado la sensación de poseer, de amar, a través de la palabra, de la invocación, de la imaginación escrita asida, es una cosa que me encanta y además me provoca y me ha provocado miedos terribles y más después de leer a Bonifaz, y antes a su gran maestro el mayor Rilke. Pero bueno, así las cosas. Bárbaras. Bien por eso Gerardo.
Entre tú y Megara me desnudan y me quedó como estupefacto sin nada inteligente para comentar. Trato de escribir como quien admite su humanidad y se encuentra a sí mismo sangrando sus versos. Y que alguien, del otro lado del poema pueda probar esa sangre... creo que en eso me juego la vida.
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