A veces uno homenajea a poetas ya reconocidos por la tradición, a poetas que ya han publicado sus versos o por lo menos que reconoce uno mismo como maestros, como en mi caso ha sido con Gaspar Aguilera. Pero esta vez no me propongo abrir un espacio a ninguno de ellos, más bien quiero compartirles los escritos de una poetisa cuyos versos, manera de leerlos, e intensidad con que los vive a podido realimentar mi hasta entonces dormida sensibilidad poética. Es bien cierto que yo necesito enamorarme, arrebatarme y hasta inmolarme para poder escribir, no es para mí la poesía un ejercicio natural, mi alma no puede escribir versos como quien puede tocar un instrumento a la hora que le plazca. Debo reconocer entonces, que la fuente de mi último libro de poesía titulado "El Gesto y El Espejo", ha sido en mayor o menor medida escrito por la antes mencionada poetiza, porque si bien yo físicamente he escrito todos los versos, ella me los ha dictado todas las noches con sus ojos, con su tacto, con su aroma, me los ha dictado con su andar por el mundo, con sus palabras que nada tienen que ver con la poesía y que sin embargo abrigan en sí una musicalidad inusitada.
Es para mi, necesidad dar a conocer los versos que ella ha escrito, de su pluma y sangre y que me ha obsequiado a fin de que yo pueda escribir los míos.
Espejo
A mis ojos infinitos.
De tu seno de posibilidades infinitas,
de tu sin adversos abstractos a la imagen
de tu concurrida belleza embriagada de metafísica,
de tu palabra encarnada en mi noche-epidermis,
de tu ritmo asidero de la totalidad del viaje,
de tu gemido evocado en mi faringe,
de tu poesía que me hace poema en movimiento,
de tu música, la que guía los placeres de mi goce interno,
de tu impresión que no es más que un ojo lampo,
de tu constante orgasmo al contemplarte,
de tu asequible encuentro y sin tiempo árido,
de tu éxtasis, pila suprasensible,
de tu línea nebulosa, trazos difumina
[Luceros en la conciencia]
De tu-ss olas que me golpean; hasta morar el exquisito letargo
[A priori a la muerte]
De tu asir las infinitas formas en Una
De tu instante perfecto consumado en el amor eterno,
[Retozo]
de tu etérea presencia visionada en el cosmos,
[Dinámico]
De tu ser-dios, en el ínitmo orbe de mi YO,
de tu paisaje lúbrego, coloreado de polvo
[Sin raquítica de sensación]
De tu virilidad, al soplo de ensalzar las gaviotas femeninas
De tu falo entrar,
[El universo es una vagina]
De tu voluntad que ensancha majestuosas las fuerzas del destino
[No mengua la estrella que conecta las constelaciones]
De tu voz táctil que aglomera mis visiones,
[Cóncavo]
De tu misterio inasequible
[A dos luces opacas]
De tu-s dualidades contenidas en el vértigo dardo,
de tu sudor arduo,
[Voluptuosa agua en mis labios]
De tu fricción rigurosa,
[Lúbrica del divino acceso]
De tú y tu ímpetu que curte los soles,
de tu impavidez, solidaria del firmamento cándido
de tu libertad que yace en el alma
[Inédito ante el trivialismo]
De tu pensamiento que edifica la obra constante
[En mi cálculo subjetivo]
De tu otredad afirmándome,
de tu Yo igual a Yo, sustanciales en la totalidad
de tu espejo
[YO]
De tu YO, mi
[Espejo]
De tu erotismo profuso, he llegado al estado más sublime
y excelso de la creación, inefable y arrebatador,
inferior a lo sensible, pero afectada de mi sensibilidad
la manera que constituye la obra de éste arte
del encuentro unánime,
de este viaje sarpado por UNO,
mis hilos de fibra poética
mis ojos infinitos...
nos fuismos lejos
[Lejos]
Nausicaa
1 comentario:
Ahhh, y ahhh, se me va a acabar el aire de sorpresas, comenzando por lo primero, creo que yo caigo en la misma definción de poeta circunsancial en la que usted se incluye, ya que no es la poesía algo que me nazca todos los días, ni siquiera en todas las palabras, sino fuese por las personas que me hacen interactuar, sentir de vez en cuando no habría yo dicho nada. Sin embargo creo que por ello mismo es más importante su labor, porque al no hacerlo siempre, su palabra está más concentrada de su escencia. Y siguiendo con lo más importante, que bello es compartir el amor en palabras y en gestos, amar a quien ama también las palabras, rendirle tan dulce tributo no más que consigo mismo. La poesía de su musa es excelsa, y cabe decir también, que es parecida a la de usted, ya veo por qué son uno mismo jeje, me encantó la poesía, también surrealista, un una calidad genial de metáforas, un fuerte saludo para los dos.
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