jueves, 16 de diciembre de 2010

Carta a Ítaca

No



Yo no tengo ojos para contemplar tantas hogueras.



Jamás he comprendido el vaivén de las risas.







Distancias



Olvidos



Cartas muertas bajo mis brazos



¡Nunca han sido alas!







No



Yo no tengo tiempo para jugar con el silencio.



Estoy absorto en el delirio



en el grito.







Cansancio interno



Pulso abierto



No



Yo no quiero conocer a tus fantasmas.







Diré adiós a tus sombras



Tienes una casa en mis letras.







No



Yo no tengo ya tus pasos en mi sangre.







Absorta como estás



En la mudez de una preñada espera.



Espera.



Ese vuelo



no llegará ya más.











"De Ulises en la cueva de Calisto, a Penélope perseguida por sus amantes en Ítaca".

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