III
FIAT LUX
Tengo unas cosas que decirte mi creador,
No es que de pronto haya dejado de no creer,
Pero ahora que te encuentro es bueno preguntarte
¿Cuál es el motivo? no de la existencia, no del mal
Ni de la muerte, ni de la vida, ni de nada de eso
Que a diario te han de preguntar.
¿Cuál es el motivo? O más bien ¿cuál es tu motivo?
Tú sentado ahí en tu trono celestial, que no está en cielo
Acomodado en una hamaca de estrellas, riendo
Si es que puedes reír, que no lo creo,
Al ver tus tifones arrancar los campers en Arkansas,
Al ver la “sagrada institución” que se construyó en tu nombre
Y las histéricas interpretaciones de tus grafitis sobre la piedra.
Debe causarte mucha gracia Todo poderoso,
La nimiedad de las naciones que se apoyan en tu nombre,
Tus siervos pedófilos agazapados en sus templos inmaculados
Haciendo agua bendita con un garrafón
Y persignándose con un fajo de billetes recién lavados.
Y es qué no entiendo el sinsentido de tus versículos
Tan alterados sus significantes, tan torcidos sus renglones,
¿Quién es tu verdadero hijo?
Que aquí donde nos dejaste lo tenemos en todas las versiones
Raciales, ideales y utópicas;
Y llevamos su aparato de tortura
Colgadito al pecho en todas las formas imaginables
Mofándonos inocentemente de su sacrificio.
¿Por qué sólo le hablas Dios, a los vagabundos,
A los ladrones, a los profetas?
¿Por qué decides manifestarte en tortillas, en panes,
En manchas de humedad de un apartamentos de interés popular?
¿Por qué no hablas señor con los hombres que importan?
Y te manifiestas de una vez en una plaza pública, en un carnaval,
En la final del mundial Alemania – Brasil,
O consigues tiempo al aire con spots televisivos.
No comprendo ¿Qué necesitas de nosotros?
¿Por qué nos dejas proliferar como mala hierba en tu jardín?
Reproduciéndonos histéricamente, sin sentido, sin hallar sentido,
¿Hay algún sentido de nuestra proliferación siquiera?
No te creo tan egocéntrico para que la única razón de tanta
Insana e incontrolable reproducción,
Sea la construcción de templos, y el entretenimiento directo
De tu aburrida eternidad, con nuestro “reality show”.
¿Qué puedes hallar tu todo poderoso, en nosotros los torpes
Los limitados, los mortales, los exiliados?
Y hablando de exiliados
¿No te parece un poco injusto Jehová, que nos niegues la eternidad por haber mordido una manzana?
Y es que Dios, de verdad no te comprendemos aquí a bajo,
Creo que la contaminación del ruido y del aire no te deja vernos,
Ni oírnos más, ¿tienes un correo electrónico para mandar las peticiones?
Que al parecer la ineptitud del rezo ya no llega a tus oídos.
Dios padre, ¿cómo puedes ser hijo sin madre?
¿Cómo supiste ser santo sin haber sufrido?
¿Por qué sólo tuvo que sufrir Aquino, Moro, José, Pablo?
Pero ya no quiero cansarte solicitado “chairman” con mis tonterías
Sólo respóndeme una cosa aunque no contestes las demás…
¿Sabes acaso dónde dejé mi celular?
Tengo unas cosas que decirte mi creador,
No es que de pronto haya dejado de no creer,
Pero ahora que te encuentro es bueno preguntarte
¿Cuál es el motivo? no de la existencia, no del mal
Ni de la muerte, ni de la vida, ni de nada de eso
Que a diario te han de preguntar.
¿Cuál es el motivo? O más bien ¿cuál es tu motivo?
Tú sentado ahí en tu trono celestial, que no está en cielo
Acomodado en una hamaca de estrellas, riendo
Si es que puedes reír, que no lo creo,
Al ver tus tifones arrancar los campers en Arkansas,
Al ver la “sagrada institución” que se construyó en tu nombre
Y las histéricas interpretaciones de tus grafitis sobre la piedra.
Debe causarte mucha gracia Todo poderoso,
La nimiedad de las naciones que se apoyan en tu nombre,
Tus siervos pedófilos agazapados en sus templos inmaculados
Haciendo agua bendita con un garrafón
Y persignándose con un fajo de billetes recién lavados.
Y es qué no entiendo el sinsentido de tus versículos
Tan alterados sus significantes, tan torcidos sus renglones,
¿Quién es tu verdadero hijo?
Que aquí donde nos dejaste lo tenemos en todas las versiones
Raciales, ideales y utópicas;
Y llevamos su aparato de tortura
Colgadito al pecho en todas las formas imaginables
Mofándonos inocentemente de su sacrificio.
¿Por qué sólo le hablas Dios, a los vagabundos,
A los ladrones, a los profetas?
¿Por qué decides manifestarte en tortillas, en panes,
En manchas de humedad de un apartamentos de interés popular?
¿Por qué no hablas señor con los hombres que importan?
Y te manifiestas de una vez en una plaza pública, en un carnaval,
En la final del mundial Alemania – Brasil,
O consigues tiempo al aire con spots televisivos.
No comprendo ¿Qué necesitas de nosotros?
¿Por qué nos dejas proliferar como mala hierba en tu jardín?
Reproduciéndonos histéricamente, sin sentido, sin hallar sentido,
¿Hay algún sentido de nuestra proliferación siquiera?
No te creo tan egocéntrico para que la única razón de tanta
Insana e incontrolable reproducción,
Sea la construcción de templos, y el entretenimiento directo
De tu aburrida eternidad, con nuestro “reality show”.
¿Qué puedes hallar tu todo poderoso, en nosotros los torpes
Los limitados, los mortales, los exiliados?
Y hablando de exiliados
¿No te parece un poco injusto Jehová, que nos niegues la eternidad por haber mordido una manzana?
Y es que Dios, de verdad no te comprendemos aquí a bajo,
Creo que la contaminación del ruido y del aire no te deja vernos,
Ni oírnos más, ¿tienes un correo electrónico para mandar las peticiones?
Que al parecer la ineptitud del rezo ya no llega a tus oídos.
Dios padre, ¿cómo puedes ser hijo sin madre?
¿Cómo supiste ser santo sin haber sufrido?
¿Por qué sólo tuvo que sufrir Aquino, Moro, José, Pablo?
Pero ya no quiero cansarte solicitado “chairman” con mis tonterías
Sólo respóndeme una cosa aunque no contestes las demás…
¿Sabes acaso dónde dejé mi celular?
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