IX
Soy un bolsillo
Me doy vuelta tan sólo para quedarme vacío
Trato de alcanzar el horizonte
Que siempre mantiene su distancia
La misma que hay entre tú y yo.
Eres un simulacro
Una perpetua duda que me mantiene despierto
Un fantasma que se ha repetido todo este tiempo
Acercándose hasta casi tocarme
Pero yéndose antes de hacerlo.
No podemos seguir con esto
Sabemos que los bolsillos y los simulacros no se llevan
Uno se queda vacío,
El otro no tiene nada que verter.
Porque entre los dos no hay nada más
Que las bestias del olvido
Que arrancan nuestros rostros imprecisos
De todas esas tardes que fingimos estar juntos.
Siempre has sido mis distancias
Mis enigmas, mis nostalgias
Cómo pedirte ahora tacto
Cómo pedirte ahora respuestas
A preguntas que jamás te hice.
Siempre he sido un bolsillo
De esos con un hoyo diminuto
Sin darme cuenta me voy quedando vacío
Por contener tanto de tan poco
De eso que se agota a segundos
Por ese diminuto orificio
Que lleva el nombre tuyo.
Soy un bolsillo
Me doy vuelta tan sólo para quedarme vacío
Trato de alcanzar el horizonte
Que siempre mantiene su distancia
La misma que hay entre tú y yo.
Eres un simulacro
Una perpetua duda que me mantiene despierto
Un fantasma que se ha repetido todo este tiempo
Acercándose hasta casi tocarme
Pero yéndose antes de hacerlo.
No podemos seguir con esto
Sabemos que los bolsillos y los simulacros no se llevan
Uno se queda vacío,
El otro no tiene nada que verter.
Porque entre los dos no hay nada más
Que las bestias del olvido
Que arrancan nuestros rostros imprecisos
De todas esas tardes que fingimos estar juntos.
Siempre has sido mis distancias
Mis enigmas, mis nostalgias
Cómo pedirte ahora tacto
Cómo pedirte ahora respuestas
A preguntas que jamás te hice.
Siempre he sido un bolsillo
De esos con un hoyo diminuto
Sin darme cuenta me voy quedando vacío
Por contener tanto de tan poco
De eso que se agota a segundos
Por ese diminuto orificio
Que lleva el nombre tuyo.
1 comentario:
Es tan horrible encontrar esas analogías en las que nos convertimos para anularnos. Para despreciarnos por lo estúpidos que hemos sido. Es tan doloroso saber que fuimos algo para alguien, y de ese algo, amigo mío, sólo queda el silencio.
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