Sé que nos acompaña esta pena,
Nuestra firme compañera,
Que nos une en las albas,
Y nos cose a las estrellas.
Sé que contemplas la luna,
Cuando estás despierta, y piensas,
Que no hay más límite que el cielo
Y entonces vibran todos los astros en sus esferas
Con ese silencio lleno de temor en tu sonrisa,
Esa sonrisa que podría empezar a retocar el infinito
Con esos detalles que encuentras
Que diariamente encuentras, sin buscar,
Desentrañando las partículas de belleza.
Y a veces siento que soy el aire a tu alrededor
El detalle invisible, y tengo está necesidad,
Aunque de necesidad es este juego, de abrazarte
Y extenderte mis manos de aire,
Con sus hojas otoñales,
Para que acaricien esa sonrisa
Que podría empezar enverdecer el invierno
Que tienes sus nubes grises de ti.
Pero sólo soy viento en esta historia
Y mis brazos no alcanzan tu entidad,
Despliegas tus alas hermosísimas
Volando en el horizonte que intento alcanzar.
Me quedo varado con estos pensamientos de infinito
Y sé entonces debes emprender tu vuelo,
Porque de plumas son mis versos
Miró el atardecer de tu próxima huida,
Como si ya la tuviera presente,
Como un regalo de cumpleaños anticipado
Y te juro busco tus alas en el cielo.
Pero extiendo mis brazos de viento, a tus alas de miedo
Labios de soledad y frío son con lo único que me quedo,
Porque se hundió la gota en el vacío y ahora sé
Que espero, interminablemente espero,
Que regreses de tu vuelo, con ese aroma a libertad intoxicada
Esa pirotecnia de miradas que nunca logro ver,
Que sólo me imagino en este cuento, que he inventado.
Porque me gusta pensar que regresas cuando nunca has estado,
Y me gusta pensar que huyes sin estarte alejando
Huyes de mí en todas tus formas,
Y tras de ti se marchan a voces tus imágenes,
Apagando las estrellas con susurros.
El recuerdo ataca y me siento más próximo a tus ausencias
Y dime ¿qué hago entre tanta soledad?
¿A quién recurro cuando has levantado el vuelo
Y me quedo varado con mis pupilas rasgando el horizonte
En busca de tu nombre?
Entonces me gusta creer que regresas,
Soñar que despiertas
Y te das cuenta de que siempre hemos sido nuestra casa
En la que solo cuentas los minutos antes de tu próxima partida.
Anticipada por supuesto con silencios de monitor
Y yo quiero que huyas esta vez,
Que extiendas las alas y levantes el vuelo,
Pero que no te alejes, y no seas la mancha del horizonte
En la que siempre poso los ojos,
Deletreando entre sueños tu nombre.
Nuestra firme compañera,
Que nos une en las albas,
Y nos cose a las estrellas.
Sé que contemplas la luna,
Cuando estás despierta, y piensas,
Que no hay más límite que el cielo
Y entonces vibran todos los astros en sus esferas
Con ese silencio lleno de temor en tu sonrisa,
Esa sonrisa que podría empezar a retocar el infinito
Con esos detalles que encuentras
Que diariamente encuentras, sin buscar,
Desentrañando las partículas de belleza.
Y a veces siento que soy el aire a tu alrededor
El detalle invisible, y tengo está necesidad,
Aunque de necesidad es este juego, de abrazarte
Y extenderte mis manos de aire,
Con sus hojas otoñales,
Para que acaricien esa sonrisa
Que podría empezar enverdecer el invierno
Que tienes sus nubes grises de ti.
Pero sólo soy viento en esta historia
Y mis brazos no alcanzan tu entidad,
Despliegas tus alas hermosísimas
Volando en el horizonte que intento alcanzar.
Me quedo varado con estos pensamientos de infinito
Y sé entonces debes emprender tu vuelo,
Porque de plumas son mis versos
Miró el atardecer de tu próxima huida,
Como si ya la tuviera presente,
Como un regalo de cumpleaños anticipado
Y te juro busco tus alas en el cielo.
Pero extiendo mis brazos de viento, a tus alas de miedo
Labios de soledad y frío son con lo único que me quedo,
Porque se hundió la gota en el vacío y ahora sé
Que espero, interminablemente espero,
Que regreses de tu vuelo, con ese aroma a libertad intoxicada
Esa pirotecnia de miradas que nunca logro ver,
Que sólo me imagino en este cuento, que he inventado.
Porque me gusta pensar que regresas cuando nunca has estado,
Y me gusta pensar que huyes sin estarte alejando
Huyes de mí en todas tus formas,
Y tras de ti se marchan a voces tus imágenes,
Apagando las estrellas con susurros.
El recuerdo ataca y me siento más próximo a tus ausencias
Y dime ¿qué hago entre tanta soledad?
¿A quién recurro cuando has levantado el vuelo
Y me quedo varado con mis pupilas rasgando el horizonte
En busca de tu nombre?
Entonces me gusta creer que regresas,
Soñar que despiertas
Y te das cuenta de que siempre hemos sido nuestra casa
En la que solo cuentas los minutos antes de tu próxima partida.
Anticipada por supuesto con silencios de monitor
Y yo quiero que huyas esta vez,
Que extiendas las alas y levantes el vuelo,
Pero que no te alejes, y no seas la mancha del horizonte
En la que siempre poso los ojos,
Deletreando entre sueños tu nombre.
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