Las Palabras Perdidas...
Alguien descifra la escritura de la lluvia y sin embargo no puede escapar...
Un alud de imágenes nos extravía la palabra;
acudimos al grito y al llanto, a veces a la indiferencia,
pero sabemos que nece-sitamos de la guerra para ser inocentes.
Todo lo ha ofrendado la ceniza.
Desde que desterramos a la noche des-aparecieron
las más profundas alianzas
y nuestros perseguidores pueden encontrarnos.
Una herida siempre recuerda la vida, todo nacimiento procede de su túnel.
Un árbol arde en nuestros ojos de agua.
La verdad -es decir, lo prohibido-, impone su reino de terror...
Y hemos decidido habitarlo con las manos entrelzadas.
Creímos que la poesía nos enseñaría a morir...
Persistimos...
Con frecuencia hacemos la extraña sonrisa del miedo.
Si huimos, la soledad convertirá a alguien en víctima.
Por eso la palabra se pasa de mano en mano
para construir una morada invisible.
A veces para sobrevivir renunciamos al conocimiento.
Y cuando todos duermen, escribimos...
Pero un poema es el fósil de un sueño,
el cadavér de un dios.
¿Aún podremos salvarnos?
1 comentario:
Determinante, aforística, siempre herida abierta, la palabra del poeta heredada a otro poeta, en Márquez Cristo toma matiz de elegiaca alabanza.
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