jueves, 20 de agosto de 2009

Privilegio


Privilegio

Por: Lêdo Ivo


El día vuela como un pájaro

Y los pájaros vuelan como los días

En un movimiento perpetuo.



Los días vuelan y son pájaros

Las bellas imágenes del mundo

Emigran llevadas por las aguas.




Donde estoy, el horrible plumaje de la muerte


No se atreve a cubrirme. En el día innumerable


Los sueños vuelan como pájaros.






Me ajusté a las constelaciones


Soy un hombre que está caminando


Rodeado por todas las estaciones de la tierra.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Confidencias del Soñador a su Hijo en la Cuna

Confidencias del Soñador a su Hijo en la Cuna
Por:Lêdo Ivo
Sueño mi propio sueño y el de mis ancestros.
Durmiendo, huyo de toda monotonía y veo
El espino bajo la nieve,
Que verás, soldado:
Y subo, todavía niño, la escalera caracol
Que muestra, en lo alto del faro, la redondez del mundo.
Soy un hombre que sueña, lleno de mitologías
Y jeroglígicos.
Y un mar eterno lava tofas las noches,
los muelles de mi alma.
Y la luz del faro gira como sol
¡Girasol! ¡girasol!
Soy un hombre que sueña.
Mas allá de todo lo absurdo de la vida,
Donde la hora no gotea su lágrima sucia,
Duermo antiguo y fuerte
Como el animal humano en su cubil de piedra.
Y las magias me cercan, y un eslabón de encanto me rodea,
Y siento el dolor del primer fuego preparado en la caverna.
Soñando yo me divido: soy el hombre que ama
¡Girasol! ¡girasol! Felizmente hasta durmiendo,
E inmóvil se dispersa a la luz verde de la aurora,
Y soy un ser primero, sin nombre ni futuro,
Que en las selvas tocas los árboles del día.
Animal dividido en tiempo y eternidad,
En noche y día, tierra y mar, sueño y vigilia,
Así soy yo y el nos que me acompaña,
Guardaespaldas de la tribu escondida en mi sangre,
Colectivo soñar que asimila mi sueño.
Sueño continuamente:
Voy subiendo en un faro.
De niño, me perdí en el parque de diversiones
Y no encuentro, en la noche, la mano de mi padre.
Soy un hombre perdido, y palpo, soñando tu cuerpo, amada mía,
paraíso de labios.
Soy un hombre que sueña
Despierto, duermiendo, inmóvil, de viaje,
Hasta incluso soñando.
Soy el hombre que sueña y crea el universo
Y desde lo alto de un faro ve la tierra, redonda,
Girando como un sol: ¡Girasol, girasol!

miércoles, 12 de agosto de 2009

La Infancia Redimida - Lêdo Ivo


La Infancia Redimida


Por: Lêdo Ivo




La alegría, yo la creo en este poema.




Aunque sea trágica e íntima de la muerte

La vida es un reino - la vida es nuestro reino

No obstante el terror, el éxtasis y el milagro.




¡Cómo te soñé, Poesía!, no como te soñaron...




Me escondo en el bosque del lenguaje, corro en galerías de espejos.

Estoy siempre al alacance de todo, lleno de orgullo

Porque el Ángel me sigue a cualquier parte.




Tengo un ritmo extenso además para alabarte, Poesía.

Mayor, sin embargo, era la orilla de la playa de mi ciudad

donde, de niño, inventé navíos antes de haberlos visto.




Mayor aún era el mar

Frente al cual todas las tardes yo recitaba poemas

Festejándolo con los ojos llenos de agua y a veces sonriendo de pasión,

Porque gran cosa es descubrir uno el mar, verlo existir en el mundo.




Oh mar, de mi infancia, más grande que el mar de Homero

Juego a esconderme de Dios, tengo pacto con las hadas

Y con este aire de juglar matengo querellas con la muerte.




Después de otro lado, hay siempre otro nuevo lado para conquistarse...

Por eso te amo, Poesía, a tí que vienes a llamarme hacia las californias de la vida.




No es sino un sueño de infancia, un mar visto en palabras.

martes, 11 de agosto de 2009

El Mar, Los Sueños y Los Pájaros. Un Tributo a Lêdo Ivo.


Hace un año más o menos asistí aquí en la ciudad de Morelia, ál ya séptimo Encuentro de Poetas del Mundo Latino, donde durante una semana entera se reúnene los poetas más significativos de los diferentes países que confarman esta nuestra siempre inconsistente Latinoamérica. Entre la muiltitud que se refugiaha en los bosques del lenguaje había un homenaje presente, y era al poeta brasileiro Lêdo Ivo cuya existencia y monumental carrera ignoraba yo hasta ese día donde leyeron un pequeño poema llamado El Sueño de Los Pese...

Maravillado por su obra me hice de uno de sus libros titulado, El Mar, Los Sueños Y Los Pájaros, recientemente traducido al español por el poeta y traductor regiomontano Gaspar Aguilar Díaz cuya obra poética no es menos apreciable que la del maestro Ivo.

En realidad ver a Ivo después de leer minuciosamente su libro toda la noche del primer día del Encuentro me recordó a la sensación de hace 3 años el ver la conferencia del ahora difunto Mario Benedetti en la feria del Libro de Guadalajara. En fin un hombre que no se si fue por mi lectura ardua de esas que te queman las pestañas hasta al punto que el verso empieza hablarte y casi puedes escucharlo en ese ritmo fluído del portugués rimbombánte del Brasil, o por el hecho del respeto que le adquirí después de leer la Infancia Redimida, aquel hombre se me hizo monumental, apesar de su encorvada y envejecida figura.

Y quiero aprovechar la siguiente semana en este blog para publicar algunos de sus poemas esperando que les gusten y les impacten tanto como a mí.



Mi Tierra

Por: Lêdo Ivo


Mi tierra

Ese lugar donde los coangrejos

Presintiendo el caer de la noche

Buscan sus escondites entre los mangles.


En mi país pantanoso

El peso de las lluvias encorba las caobas

Y el sol calcina lágrimas


Y la espina de un pez

Desgarra la losa del día

que lame la lengua del mar.


Entre casillas de avispas

Y tarántulas inmóviles

La tarde me iluminaba.


Yo interpretaba la herredumbre

De barcos anónimos que la lama

de las lagunas carcomía.


Yo recorría las galaxias.

Fulgores de estrellas caían

En los cocotales del tifo.


En el suelo de las islas untuosas

Un planetario caracol deteriorado

guardaba el aroma del mundo.


Mi patria es el agua negra

La dulce agua llena de miasmas

de los astilleros podridos.


(En la cocina, la boca asalariada,

soplando carbones, daba a luz

El fuego del día.)


Cuando yo estaba dormido

Y llovía en mi sueño, en los valles

Caían trombas de agua.


La mañana radiante se manchaba

con la sangre oscura de la zorra

Muerta en el suelo memorable.


Mi tierra es el nuevo camino

Que el hombre abrió sin querer

En la hierba seca del arrozal.


Entre lagartos y abejorros

Via las horas caers sobre las cercas

que daban frente a los relámpagos.


Fue en la infancia cuando aprendía a verte,

Oh sol que me ilumninas. Y un arcoiris

se abrió entre rayas en el cielo pálido.


Fue en la infancia cuando aprendía a amarte,

Hembra, que mi espanto confundió

Con una tarántula.


Y, en los basureros, hombres y buitres,

En ley de libre competencia, ganan

el pan que Dios amasa.


De la cima de las dunas yo veía el mundo:

Escoria azul a lo lejos,

Mar curvo de navíos.


¡Cómo era bello el universo!

La nube que rozaba los trapiches

Fulgía en el granero de las aguas.


Al final de los rieles de la Great Western

Entre locomotoras sedientas

Y durmiendo clavados en el agua.


El blanco faro de mi tierra

aclaraba yacas acurrucadas

Siempre grávidas como lavanderas.


Proviniente de las islas inacabadas

Nunca aprendí a separar

Lo que es de la tierra y lo que es del agua.


Siempre junté en el mismo plato

Las espinas de mis peces

Y las sobras de mis sueños.