lunes, 14 de septiembre de 2009

Laura

Mientras haya ciudades, iglesias y mercados,
y traidores, y leyes injustas, y banderas;
mientras los ríos sigan vertiendo su basura
en el mar y los vientos soplen en las montañas;
mientras caiga la nieve y los pájaros vuelen,
y el sol salga y se ponga y los hombres se maten;
mientras alguien regrese derrotado, a su cuarto
y dibuje en el aire la V de la victoria;
mientras vivan el odio, la amistad y el asombro,
mientras tú y yo busquemos el medio de encontrarnos
y nuestro encuentro sea poco más que silencio,
yo te estaré queriendo, vida mía, en la sombra,
mientras mi pecho aliente, mientras mi voz alcance,
la estela de tu fuga, mientras la despedida
de este amor se prolongue por las calles del tiempo.

2 comentarios:

Andie dijo...

Y cuando termine
El infinito

Reptante dijo...

Y tal vez sobre decir que mientras la vida sea esta inmunda sensación de alquitrán succionando el cerebro, el amor, su amor, sea la única cura, o el único placebo en contra de lo que sucede al otro lado de la puerta. De su puerta.

Buen poema Décimo.