lunes, 16 de febrero de 2009

ELGEGÍA DE LA BESTIA - LAMENTO SEGUNDO: XII

XII
Hoy vengo a confesarte que soñé contigo,
Cuando estaba ardiendo un pétalo,
Y las esferas más iluminadas perdieron sus estelares guías,

Soñé contigo cuando no se cernió el alba
Y no bañó los montes con su llanto de aurora
Ni impregno las nubes con color de eternidad.

Volando en una balsa que se balancea
Sobre los péndulos filántropos de tus sueños más íntimos
Y los mares de tus lágrimas más dulces donde soñé contigo.

Soñé contigo entre laberintos de tus sábanas
Perdido yo, un naufrago a la espera de tus barcas,
Era faro que alumbraba las orillas inhóspitas de tu sonrisa.

Soñé contigo cuando se derramo el mar sobre mi espalda
Y me hundí en la densidad de tus palabras
Para volver estatua de sal hecha a la medida de tus piernas.

Soñé contigo cuando esparcías el veneno en el viento
Penetrando todos los orificios de mi desesperanza
Para convertirte luego en llama.

Soñé con esa llama, y estaba ardiendo contigo
Éramos girones de humo desafiando el firmamento
Chispas sin causa buscando iniciar un fuego.

Soñé que eras el fuego que buscaba a su aire
Aire que se movía acariciando los rostros de las rocas
Donde me iba desgastando en lágrimas del alba.

Soñé contigo aún cuando había nacido el día
Y el sol que me sigue me esperaba tras la cortina,
Desperté vacío, sin ti a mi lado y con esta confesión.

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